Mónica García Asiain
En principio, curiosamente, trataremos la finalidad de este apartado.
Desde su estilo y preparación, se toman aquí como materia prima; pizcas de elementos prehistóricos sobre los cuáles, se esparcen registros que anteceden al sujeto.
Concepto relevante para el psicoanálisis lacaniano y para su aplicabilidad clínica.
Lo que antecede a la aparición de tal, como una figuración que ha sido irrigada de lenguaje, brotando cosas, las cuáles ya habían sido, antes de ti.
Por decirlo diferente también, algo así como los vestigios simbólicos, previos de que yo/Otro existiese así como lo digo.
Iremos despacio cayendo en cuenta, de qué tan impuesta o mejor colocada, sea la repetición sobre la economía psíquica operante de la sujeción en cuestión.
Para empezar ¿dónde se encuentra? […]
Serviremos ejemplos divididos a cadenas, series, nudos y aperturas hacia modos de recortes que muestren puntos de exceso y corte.
Allí donde la pre/historia pasa desapercibida, dejando rastros que retornan algún punto previo.
De inicio percatarse y advertir, que el recurso fantasmagorico cubierto a tope, dentro de los parametros establecidos de normalidad a causa de la generalización (como le habían contado) velan su estancia sin posibilidad que el agujero haga su trabajo referente abrirse al malestar. Sea cuál sea.
Desde este entrenador para una transmisión que posibilite fluorescer fragmentos de esos rastros, que se hechan andar (entre dichos) acompañados desde la búsqueda hacia una distinción excéntrica.
Referimos materia prima entonces, a varios ejemplos del decir; pequeños armados significantes, que, no por su condición de nombrarles así, connotan precisamente eso.
Ubicarles también fuera del sentido generalizado, para averiguar propuestas según las lógicas y tiempos. Calcular dónde y cuándo desarticular algo de lo que se escucha a sí, cuando pareciera que, lo que se dice va hacia lo mismo en la repetición.
Nuevamente, tomaremos frases, dichos, palabras, textos, videos, ilustraciones, podcast; recalcando luminocidades de época dónde nos encontramos, y así des/colocar sobre cuestión cartas identificatorias para conversar los coordinados, entre lo incómodo de atravesar un hecho inconsiliable como lo es el fallo del lenguaje, al puente que acompaña su dicción.
Ahí se ubica sujeto.
Para después evanescerse y reaparecer en otro armado serial; logizando aquello que ya a sido.
Honrémosle y hagamos reaparecer su cruce usando el humor reflexivo y cómico para colocar un distintivo a lo que se repite.
¡Bienvenidos!