Psicoanálisis-disidencias.

Para hacer algunas consideraciones sobre un tema tan basto como el psicoanálisis, es decir, lo que se conoce como clínica psicoanalítica, así como la temática de las disidencias. Incluyendo las terapias alternativas. Sería oportuno comenzar a nombrar que la cura analítica no está orientada por el propósito de que el sujeto en análisis sea dirigido hacia la meta de ajustarse a un estándar pre-establecido. En un dispositivo analítico lo que importa no es un ideal a alcanzar, sino la confrontación del sujeto con su propio Deseo más allá de toda demanda impuesta por la demanda del Otro/otro. Aclarando que NO incluye a la ética en el rubro de la moral, ya que cumplir con algún ideal moral, sería una derivación narcisista. En este sentido la ética del psicoanálisis se plantea por una posición subjetiva que el sujeto va construyendo, según el micelio de su propio deseo. El psicoanálisis y sus praxis, también su investigación, estaría en el horizonte: “Del ser para la muerte” (Heidegger) así como con (Enfrentamiento con la falta).

Con lo anterior, bien puede decirse aludiendo a Jacques Lacan, que de lo único que se puede ser culpable es ceder en cuanto a nuestro propio deseo. Todo este desmontaje tendrá como bastidor, todo un cortinaje que será la pulsión de muerte. La Cosa o Das Ding, que, si bien no tiene representación alcanzable, es alrededor de la que el deseo no para de girar. Entonces, nunca hay acceso a La Cosa, salvo de manera ilusoria. En tanto es el goce que no es el placer, la máxima tensión del cuerpo, por decir, por formular apenas una tesis sobre el Goce que nos emparenta y nos concierne al momento del quehacer clínico.

De tal modo, el psicoanálisis es un campo donde se tensan conceptos heteróclitos que se van entretejiendo urdiendo un espacio y tiempo en el dispositivo de análisis, lugar íntimo para que el sujeto escriba su propia historia a partir de la hiancia que nombra el vacío. Todo un paradigma topológico que dan cuenta de las relaciones que constituyen el psiquismo. La diversidad de subjetividades, ese objeto @ que se busca repetidamente hasta el infinito.

El psicoanálisis escribe, la palabra turba los cuerpos. A partir de este objeto esquiciado y perdido el sujeto hace su novela, cruza, corta y pasa su Fantasma. En el dispositivo analítico.

Hace sus arreglos con sus maneras de gozar, de padecer en las palabras y en su cuerpo.

Extraviado el sujeto toma camino y hace huella dando un sentido a su vida.

La función del analista como la de Objeto Causa es la semilla que empuja al movimiento para que ese sujeto de análisis reconozca su deseo. En resumen, clínica del significante, clínica del acto, clínica del silencio. Tres momentos que se dan en un instante.

En fin, se trata de favorecer el encuentro del sujeto con eso traumático y enigmático en su palabra para poder circunscribirlo por medio de la elaboración simbólica y convivir con Ello sin pasarla negras, moradas, sin sudar sangre.

Sin técnica a priori, la lógica de la experiencia analítica se construye sobre los Efectos de la práctica. El eje de la problemática en la clínica psicoanalítica circula alrededor del amor. Entre amante y amado, en esta dialéctica, se dan las posibles condiciones para un análisis. Una aventura analítica. Lenguajera.

En cuanto al decir de una clínica disidente, el psicoanálisis lacaniano convoca todo un modo de trabajar disidente, distópico, disruptivo. NO binario. Para tomar distancia de las convenciones dogmáticas y ortodoxas que llevan al naufragio tanto del corpus teórico como de la clínica psicoanalítica. Peor aún al naufragio del sujeto que lo deja errabundeando en una insoportable y líquida demanda infernal. Por otra parte, disidente porque hace toda una deconstrucción de los acontecimientos que producen y desestabilizan los procesos que estabilizan y fijan situaciones de opresión, sexuales, de género, de patologización y medicalización de los cuerpos. El psicoanálisis desbarata las taxonomías de la crueldad.

Claro todo este desmontaje hablando de un psicoanálisis que No se ha institucionalizado, ni dogmatizado, ni convertido en una especie de iglesia de varios cuchillos que enaltecen y ponderan ideales, monumentos de paja, nidos de palabras vacías. Sujetos, galerías que quedan como parte de un agradable y relajante paseo, Glamour hipnótico.

Psicoanálisis, disidencias centellantes, portadoras de relámpagos que iluminen a los sujetos hablantes.