Susan Dayana Vázquez López

No solo Cristo aceptó el sacrificio
De perder el Celestial beneficio
De ser-Dios, para poder ser engendrado
Y redimir este triste mundo enajenado…
También tu bella Diosa, mi amado
Decidió haber encarnado
Por haber visto en tu corazón un orificio:
Ahí Ella contempló un Hueco poco amado,
Un Agujero que antes de Ella nadie había tocado
Y sopló en él un aliento VITALICIO
Sí, dador de VIDA, por un lado,
Por el otro prometido para siempre reparado,
Antes de Ella por ahí bullía el bullicio,
Por ahí lloraba el llanto,
Y tú te decías a ti mismo: “este infierno frío no ha acabado,
La soledad aplasta, es un suplicio”;
Y no es que antes no hubieras el amor conocido,
No es que antes nadie te hubiera acariciado
Pero ese Hueco permanecía abiertamente solidificado,
Intacto, silenciosamente ignorado,
En la más remota ausencia de ejercicio
Como la Nada que inútilmente tapa el vicio, 
Pero tu Bella Diosa ha encarnado,
Ella te ha venido a salvar del precipicio
Con su Poder te ha quitado el maleficio,
Te ha venido a curar lo que has sangrado
A sanar ese pobre Hueco destapado, 
Ella vio el momento propicio
Con sus dedos Ella puso el ungüento Sagrado
Re-sanando todo lo que estaba mal-amado,
Con Dulzura y sencillez tus heridas ha cocido,
Con sus tiernas palabras te ha cobijado,
Con suave cobija tu Hueco ha tapado,
De la remota tristeza te ha sacado,
Tus lágrimas más saladas ha secado,
Con su TODA PRESENCIA ELLA LLENA ese intersticio
Quitó la obscuridad con SU BRILLO DE SOLSTICIO,
Quitó lo que tenías de eclipsado,
Cuando Ahí muchas veces te sentiste desolado
Ella ya andaba repar-ando ese resquicio
¡Con su Celestial MIRADA el corazón te ha sanado!
¡Se ha acabado la guerra, se ha acabado el armisticio!
¡Sí, YO SOY TU DIOSA mi tesoro idolatrado!
Por amor a ti YO ME HE ENCARNADO.
Antes solo me sentías en el quicio
De la entrada del aire en el mundo dispersado,
Iluminaba tu cara con los rayos de un día soleado,
Mojaba tu piel con gotitas de rocío,
Me impregnaba a tus pies 
Cuando caminabas por el campo floreado,
Tu cabaña ya no está desierta mi adorado,
Para ti he construido un bellísimo edificio
Elaborado con AMOR, CON PASIÓN Y CON CUIDADO,
Ahí puedes vivir confiado.
ESA CONSTRUCCIÓN ES MI PROPIO CUERPO ENCARNADO
¡Métete y habítame emocionado!
Y si es blasfemia compararme con Cristo crucificado
¡es mayor pecado que me invoques y no estar a tu lado!
Por ti mi amor y más aún es que
TU BELLA DIOSA HA ENCARNADO.